28.4.11

Punzante

Creo que ayer pise al onceavo mes a la orilla de mi cama, con las luces apagadas. Mi pie derecho se quemó con el frío de una textura incómoda y una silueta hiriente con cicatrices en los bordes se dejaba adivinar con el rayito de noche entre la ventana... Todo ello una sensación que urgía la llegada de un diciembre por la boca, y por qué no, los siguientes doce por favor.

Pero el atrevimiento de mis manos las pusieron al alcance de palpar sonrisas, parques, noches, la mesa del fondo, canciones, caminatas, sillones, entradas, calores, colores, ojos entrecerrados, dramas reales y ficticios, escalones, música en vivo, palabras innecesarias, destinos que juegan, electricidad en los dedos, fuego en sus vidas.

Las manos que tomaste, que besaste, que soltamos... están por la mañana llenas de ceniza, sedientas de viento y de futuro; sin cicatrices, sin incomodidad, sin heridas... sin rencor, sin querer matar, sin poder morir.
Ahora ambas salen por la ventana para extenderse y gozar de lo que se lleva abril, para abordarte con un recuerdo y que mi cinismo responda a los deseos de tu sádico inconsciente.

Y a pesar de todo, queda claro que yo más, punto.

Sácame de tu corazón y no me lleves a la cama

Entre un día y el otro jugó a recordarlo, a cerrar con seguro y regalarle una mueca conocida.

Mosaico, cristal, rasguña lo que puedas.

Entre su edad y jugar al blackjack, no pudo sentirle más cerca, y quería y no quería, y quería y se acordó, y la llamó como quiso pero no por su nombre.

Entre que sí y que no, él ya no escribía, no había pudor, ni verdad... ni amor.

Me da pena, penita pena, pero ya no me sorprendes, ternurita.

19.4.11

Martes

Mi respiración va a destiempo con la melodía del medio día... O es el ánimo, o es el ocio, o eres tú...

17.4.11

Diazepam...

No pude poner en palabras mi miedo antiguo al rugir ocasional del cielo, porque en mente sólo tengo la sonrisa de tus ojos que volvería a ver al iniciar algún mañana…

Alguno cualquiera, pero que sea…

16.4.11

Vivir...

Tratar de vivir. Tratar de dar decenas de pasos hacia un mundo esperado, hacia un mundo planeado. Tratar de resolver a cada segundo y a cada instante el grado de incertidumbre que encierra la cotidianeidad. Tratar de respirar tanto el aire estancado como el que fluye libre, desde el último rincón de la inmensidad hasta los pulmones, arrastrando con él las impurezas de todo lo que no es capaz de absorberlo. Tratar de no escuchar las risas, los juegos y los cantos, para escuchar el Yo interior, lo que me dicta mi adulta e ingenua conciencia. Mi conciencia que sólo sirve para suponer, para perderme de eventos que cambiarían el curso de mis días. Vivir o ser vivido, como una dicotomía entre nadar o flotar, entre caminar o dejarse llevar. 


Ahora no sonrío, porque el lado más hipócrita de mi alma se quedó dormido por tiempo indefinido.

Texto de J.M.R.H

7.4.11

Flor a luz de piel...

Me hacen suyas las ansias de volverte a ver...

Como suya me hace una luz que ilumina el punto exacto que he elegido para sentarme a admirar una fachada antigua... como suya me hace la naturaleza en diminutivo que poco a poco tapiza el abril bajo mis zapatos, con un color que nos sonríe.