Días como hoy son los que me hacen la voluble, irracional y detestable persona de la que no quieres ni acordarte. Días en los que quisiera con toda mi voz en los ojos decirte que no te extraño, que no te recuerdo y que no te quiero.
Pero mis ojos no saben gritar otra cosa, porque mis ojos no saben mentir. Qué lío.